De los mares y ríos

Hace unos días algunos integrantes de las Comsiones Segundas del Congreso, viajamos a Leticia para adelantar una visita estratégica a la Fuerza Naval del Sur, unidad operativa mayor de nuestra Armada, encargada de ejecutar operaciones en el sur oriente del país, al mando del Contralmirante Harry Ernesto Reyna Niño.

La Fuerza Naval del Sur contribuye a la seguridad y la defensa de importantes corredores fluviales como Putumayo, Guaviare y Amazonas, lucha de manera frontal contra el narcotráfico y desarrolla operaciones conjuntas, coordinadas y combinadas contra el crimen transnacional en la región amazónica.

Luego de la visita quedan muchas reflexiones, entre ellas:

Colombia, a pesar de tener una posición privilegiada y ser el sexto país con mayor riqueza hídrica del mundo, planteó su desarrollo de espaldas a los océanos y los ríos; lo que es paradójico, porque nuestro país tiene acceso a los océanos Atlántico y Pacífico, y más de 700 mil cuerpos de agua entre ríos, quebradas, caños y lagunas; por eso es tan importante la apuesta al 2030 para consolidar a Colombia como una Potencia Bioceánica Sostenible (tal como quedó establecido en el Conpes 3990 del 2020) y plurifluvial

La Amazonía con 7,4 millones de km2, representa el 4,9% del área continental mundial, y cubre extensiones en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. En el caso de nuestro país, la amazonía con aproximadamente 478 mil km2, representa el 6,4% del total de esta región y el 41% del territorio del país; pero a pesar de la importancia estratégica por sus recursos naturales, diversidad de flora, fauna, población y de culturas, es una región que requiere más atención y esfuerzo nacional.

En Colombia, como sucede en general en América Latina, tenemos más territorio que Estado, es decir; aún hay zonas del país, especialmente de frontera interna y externa que requieren mayor control y presencia, tal como sucede en la Amazonía. Entre los muchos retos que encontramos en esta zona están la presencia de estructuras delincuenciales transnacionales, FARC, narcotráfico, explotación ilícita de yacimientos mineros y contrabando.

Colombia tiene una gran oportunidad de desarrollo sociocultural y económico en sus mares; pero ese poder marítimo requiere poder naval, conciencia sobre los intereses marítimos de la nación y voluntad del Estado; y esto nos obliga a una mayor inversión y actualización tecnológica para garantizar capacidad que permita desarrollar operaciones, especialmente en la lucha contra los delitos transnacionales; como, narcotráfico, explotación ilegal de recursos naturales, trata de personas y migración ilegal, transporte ilegal de armas y divisas, terrorismo y piratería.

Finalmente, es responsabilidad de todos apostar por una mayor conciencia y cultura marina y fluvial que nos permita redireccionar el desarrollo de nuestro país, ya no de espaldas, sino de cara a nuestros océanos y ríos. Y para ello es muy importante la labor que adelanta nuestra Armada a través de entidades como la Dirección General Marítima, la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial- COTECMAR, y la Comisión Colombiana del Océano.

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