Paola Holguín – @PaolaHolguin

La reforma pensional del Gobierno Petro no solo no resuelve los retos que hoy tiene el sistema, sino que los agrava, y amenaza con desencadenar una crisis que afectará a los Fondos Privados (AFP) que administran el ahorro de millones de colombianos, y la aspiración legítima de los trabajadores que han ahorrado para tratar de asegurarse un ingreso al momento de su retiro; además de enterrar cualquier posibilidad de pensión para las futuras generaciones.

Algunas de las razones que hemos señalado y que nos llevan a no apoyar la reforma que confisca el ahorro de los trabajadores son:

  1. Barrerá con el ahorro de los colombianos y presionará aún más la economía. Se estima que en Colombia, el número de personas que aportan para su vejez supera los 25,8 millones, de los cuales 18,6 millones tienen sus ahorros en los Fondos Privados, es decir, 7 de cada 10 afiliados del sistema pensional, que representan un ahorro superior a los $400 billones.

La reforma de Petro pretende que el ahorro pensional de los colombianos, hasta tres salarios mínimos, sea trasladado al fondo público, COLPENSIONES, lo que de acuerdo con la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) terminará aumentando el pasivo pensional a 249% del PIB en valor presente neto a 2070. Lo que se traduce en un monopolio estatal y en la pérdida de libertad que tienen los colombianos de escoger entre el fondo público y los privados para hacer sus aportes. Esta es una especie de ‘expropiación forzosa’ que afecta el rol que juegan las AFP en el mercado de capitales y la formación del ahorro nacional, suponiendo un grave riesgo a la estabilidad macroeconómica.

  1. Expropia el ahorro de los fallecidos. Actualmente, el régimen que regula la administración del dinero aportado a las AFP prevé la posibilidad de que familiares hasta el quinto grado de consanguinidad, puedan heredar el saldo de su ahorro pensional o la pensión, en caso de ausencia de otros beneficiarios de la ley. Esta reforma terminará por expropiar estos haberes a favor del Estado, en caso de que no existan beneficiarios para que accedan a una pensión de sobrevivientes (cónyuge, hijos).
  2. Una reforma impagable. Estimaciones del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) alertan sobre la insostenibilidad financiera del sistema pensional a mediano y largo plazo. Solo el denominado pilar solidario, que busca garantizar una renta básica a 2,5 millones de mayores de 65 años, tendría un costo anual equivalente al 0,3% del PIB en 2025, aproximadamente $4,5 billones.

La reforma no amplía la cobertura ni facilita el acceso al sistema, no resuelve el problema de sostenibilidad ni incentiva el ahorro; no tiene en cuenta la dinámica demográfica, la expectativa de vida, la tasa de desempleo y de informalidad; no revisa los regímenes especiales, ni tiene en cuenta que hace unos 30 años, por cada pensionado había diez trabajadores, en tanto que hacia el 2050 habrá entre 3 o 4 trabajadores por pensionado.
¡Atención Colombia! En el Congreso faltan muchas batallas para frenar las dañinas reformas, para proteger el sistema democrático y para blindar nuestras libertades, por eso este 21 de abril nos vemos en las calles.
(Fin)

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