Paola Holguín – @PaolaHolguin
El pasado 2 de junio asistí, como Observadora Internacional con la Fundación Disenso y Foro Madrid, a las elecciones de los Estados Unidos Mexicanos, las más grandes y violentas de la historia moderna de ese país. La más grande, porque los más de cien millones de ciudadanos habilitados para votar por el Instituto Nacional Electoral (INE), eligieron presidente, 128 senadores, 500 diputados, 9 gobernadores y 1.612 alcaldes; en total 20.375 cargos (19.746 locales y 629 federales); y las más violentas, porque fueron asesinados 38 candidatos y se presentaron más de 700 casos de violencia electoral, entre ellos, más de 100 homicidios de personas cercanas a los aspirantes; además, más de 200 casillas no se instalaron en 11 Estados por falta de garantías de seguridad (en 2018 esto sucedió con 4 casillas y en 2021 con 20). El crimen organizado hoy es de cuarta generación y es el quinto empleador en México. Lo que más preocupa es que pareciera que la inseguridad se normalizó.
En diferentes encuestas, más del 60% de los ciudadanos perciben que la seguridad va mal, y el tema no es solo percepción, las cifras lo corroboran; de las 20 ciudades con más homicidios en el mundo, 11 son mexicanas. El comparativo por sexenio de TResearch International muestra el incremento de la violencia, la cifra promedio de homicidios diarios de 1988 – 1994 con Salinas de Gortari fue de 35; entre 1994 – 2000 con Ernesto Zedillo fue de 37; en 2000 -2006 con Vicente Fox llegó a 28; en el lapso de 2006 – 2012 con Felipe Calderón fue de 55; con Peña Nieto entre 2012 – 2018 la cifra llegó a 71, y desde 2018 a mayo del presente año con López Obrador ha llegado a 95. La política de ‘Abrazos y no balazos’, ha llevado, entre otros, a un crecimiento exponencial del control territorial por parte de los carteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, que hoy copan toda la República y se considera que unos 11 Estados ya están gobernados directamente por el narcotráfico. A esto se suma que 92,4% de los delitos no se denuncian y que el nivel promedio de impunidad es del 96,3%.
Otro elemento de preocupación que nos señaló Guillermo Torres, director de Saber Votar, es la alerta democrática por: 1. El deterioro democrático, la deriva autoritaria y el debilitamiento institucional, 2. La polarización y fragmentación política, 3. La militarización de la vida nacional, 4. El cambio de régimen, 5. La falta de diálogo, y 6. El desprecio por el Congreso e intentos de sometimiento al poder judicial.
Finalmente, vale la pena analizar ¿por qué a pesar de que la ciudadanía tiene percepción negativa sobre el manejo de la seguridad (62%), la economía (42%) y la corrupción (54%), el Gobierno tiene una aprobación del 60% y lograron un resultado arrasador en las urnas? 57% de los mexicanos aprueban los apoyos sociales que ocupan gran parte del presupuesto del Gobierno Federal que pasó en Desarrollo Social de 2,9 billones de pesos mexicanos en 2019 a 3,7 billones en 2024 y que llega a través de subsidios a unos 30 millones de hogares, de hecho, muchos afirmaban que ambas candidatas parecían competir por quién iba a dar más ayudas. Otra pregunta es ¿por qué muchos no conectaron con la oposición a pesar de la unidad de los tres partidos históricos (PAN, PRI, PRD)? Se necesita un relato alternativo, sensato y que genere esperanza, los ciudadanos buscan respuestas a sus problemas cotidianos.
(Fin)